Las actitudes de los mexicanos ante crisis. Por Horacio Rodriguez.
- Quality Consulting
- 7 sept 2020
- 4 Min. de lectura
Hoy analizo toda la información que nos bombardea respecto a la crisis del Covid 19, “Quédate en casa por el bien de todos”, “Ya sal y echa andar la economía comprando”,
“Enfermedad de ricos no de pobres”, “Sólo los fifís buscan usar la enfermedad para manchar al gobierno”, etc. Mientras crece el número de contagios, de muertos, personas
sin empleo, los negocios cierran y más problemas. Y sólo escucho una pregunta constante ¿Por qué es así la actitud de los mexicanos?

Ante una situación de crisis a menudo la reacción de las personas no son las apropiadas,
la mayoría de las ocasiones empeora la situación. Si describimos las reacciones de una
manera generalizada, se puede decir que durante el período de impacto:
● Del 10-20 % de las personas permanecen unidas y en calma, estudian un plan de
acción y posibilidades.
● El 80 % manifiesta una conducta desordenada, desconcierto, confusión, ansiedad,
paralización, agresividad o pánico.
En mi experiencia al atender situaciones de crisis sociales (cómo sismos, incendios y hoy
la pandemia), he visto lo solidarios, desprendidos y unidos que llegamos a ser como sociedad mexicana. Pero al parecer tiene que ser una tragedia para que nuestros valores
se puedan alinear y con ello compartir la misión como sociedad: Salir adelante, sanos y salvos todos.
Es importante para los individuos en las etapas iniciales de una contingencia tener una
percepción clara de que hay salida, “dónde está” y “quién liderea”. Si no es así, pueden desatarse estados emocionales de indefensión, con conductas autoagresivas, paralizantes o ataques a otros en el intento de buscar soluciones.
Los cambios son constantes y dinámicos, por lo tanto, no se trata sólo de enfrentar las actitudes en todas sus dimensiones, sino de ver las consecuencias que provocan, y afrontarlas. La conducta es observada siempre desde un punto de vista particular que arroja ciertas características acerca de la forma de ser del individuo como del grupo social.
En la historia de eventos trágicos, se considera que los mexicanos están siempre dispuestos a la solidaridad, a olvidar por momentos sus ideologías políticas, culturales y religiosas para estrechar los vínculos de unidad nacional. Por ejemplo, en 1985, cuando el
terremoto sacudió fuertemente a la Ciudad de México, todos participaron en la búsqueda, rescate de víctimas y ayuda a damnificados.
Sin una contingencia, el comportamiento que se percibía antes del Covid-19, tendía más a
la indiferencia, falta de empatía y tolerancia entre individuos. Una lucha constante por demostrar a los otros que están equivocados y que la razón sólo la tenían un porcentaje muy bajo de la sociedad.
Se debe tener en cuenta que los cambios en los valores de la sociedad y los comportamientos humanos que ya estaban presentando a menudo se aceleran durante
una crisis. Y eso es exactamente lo que estamos viendo. Personas que no respetan los
lineamientos de sanidad por demostrar su supremacía, que los demás viven en el error y
que su decisión es la correcta, sin importar el daño que puedan provocarse ellos o sus
seres queridos.
Las actitudes son las predisposiciones a responder de una determinada manera con
reacciones positivas o negativas hacia algo.
Personas y organizaciones actúan sin preocupación por dañar a otros, cada quien busca
“llevar agua a su molino”, es ahí donde debemos ser cuidadosos, aprender a decir “No” a todas aquellas ideas que nos pongan en riesgo, las distracciones aumentan las probabilidades de afectación.
Hoy se tiene la percepción de que los mexicanos regularmente hacen uso del resentimiento, la envidia, el fatalismo y la represión. Con frecuencia el ciudadano se ofende con facilidad cuando otra persona le dice la verdad y, en lugar de resolver las afrentas con sabiduría, busca vengarse de la persona que lo ha ofendido.
La buena noticia es que también existe la idea de que somos conscientes de ser una sociedad en proceso de cambio, con una transformación psicosocial. Muchos sentimos la necesidad de crear las actitudes que nos permitan llegar a ser lo que potencialmente somos. Nos motiva considerar las amplias perspectivas que tenemos de desarrollo intelectual técnico, social, político y emocional. sabemos que podemos pasar de ser una
población pasiva a una sociedad consciente y participativa. Con esto, no deseo reprimir
los conflictos que podamos tener de ideas, esas discusiones serán útiles sólo al encausar
toda nuestra energía invertida en la búsqueda de soluciones sociales.
Realmente hablar de la actitud de la sociedad mexicana es imposible por el simple error que cometeríamos de generalizar. En el estudio del comportamiento tenemos los siguientes factores para entenderlo, primero saber que la conducta que vemos tiene 3 pilares que la sostienen:
1) Las creencias que tenga la persona o el grupo social, la información que maneje para
dar razón a su ser o a su actuar.
2) Los valores, con lo que determina que es bueno o malo, lo correcto de lo incorrecto, de
la situación que viva.
3) La actitud que concretamente será el reflejo de su motivación para actuar o no en la
búsqueda de soluciones.
En una crisis se ponen a prueba los tres pilares, donde las personas que logren mantener
su visión en atender el bien común serán consideradas lideres a seguir tanto en ejemplo
como en sus palabras. Pero ante el desconcierto y la desinformación sólo dará pauta para
la desorganización y la lucha de las prioridades individuales. Cuando lo racional falla lo
emocional genera diversos tipos de acciones que pueden encontrar reacción en otras
personas.
Los retos que vienen posterior a la pandemia son muy grandes, en lo social, económico,
salud mental, educación, etc. Se deben identificar las mejores prácticas en el mundo para
el manejo de la pandemia con resultados muy claros en la salud de sus ciudadanos para
Ajustar las acciones implementadas en México, respetando las creencias de todos, para
lograr mejores resultados en disminuir contagios y muertes.
Si en vez de sólo criticar la realidad mexicana, la aceptamos no para deprimimos o
enojarnos, sino para superar estas limitaciones, entonces habrá iniciado nuestra
recuperación.
Es tiempo de que nos demostremos a nosotros mismos que sí podemos alcanzar
nuestras metas y objetivos. Es necesario reconocer que necesitamos de todos y cada uno
de nosotros.
El éxito está en saber formar parte de un grupo, en la interdependencia que sólo se logra
si se ha superado la actitud egoísta e individualista. Ser independiente e interdependiente
significa ser responsable para aportar lo que me corresponde, disciplinado para trabajar y
acatar normas, dispuesto a dar y ceder algo en aras del cumplimiento de los objetivos
comunes.
La acotación más prudente para hablar del tópico cómo somos los mexicanos es: los
mexicanos somos seres humanos dotados de inteligencia, de conciencia capaces de
construir y modificar su medio ambiente y social.
Saludos........... a estar bien