Un entorno en sociedades globalizadas, presenta a la educación retos a enfrentar por
los docentes, quienes juegan un rol fundamental en la creación de estas. A nivel
internacional, los gobiernos y las organizaciones públicas se han centrado en orientar el
camino de la misma a trazar políticas públicas que potencien el uso de las TIC (Scaife,
2017).
De esta forma, las estrategias fundamentales se han encaminado a hacia la adopción de la educación digital como una vía de desarrollo constante para el logro de los objetivos estratégicos de las instituciones, empleando las tecnologías y sus oportunidades y tractivos en pos del aprendizaje y estrechamiento del vínculo estudiante-profesor, como fuente principal para la generación y desarrollo del conocimiento. Los principales desafíos de la enseñanza se centran en el aprovechamiento de la tecnología como herramienta de aprendizaje (Ţiţan, Burciu, Manea & Ardelean, 2014). Una revisión efectuada a las temáticas abordadas en las revistas científicas sobre Educación superior, permitió concluir que el número de publicaciones relacionadas con la educación digital, como vía de desarrollo y aprendizaje, ha crecido en un 34.3% a partir del 2010, obligando a las instituciones a innovar la educación.
La innovación educativa es un proceso con múltiples facetas, en el que intervienen factores políticos, económicos, ideológicos, culturales y psicológicos. El acierto o desacierto de las nuevas transformaciones educativas forman parte, en mayor medida, del modo como los distintos sujetos desarrollen los cambios. Para ello deben ponerse en juego una variedad de tecnologías de la comunicación que proporcionen la flexibilidad necesaria para cubrir necesidades individuales y sociales, lograr entornos de aprendizaje efectivos y la interacción profesor-alumno (Haywood, 2018). Claramente, el educador solo, no puede alcanzar el cambio de manera general en el ámbito educativo. Las entidades de la educación deben convertirse en líderes de la innovación, adaptando sus estructuras para ser más viales sus procesos.
Este panorama descrito anteriormente es de varios años atrás, si lo comparamos con la actualidad, se puede afirmar que ya era un hecho que la digitalización de la información, así como la interacción a través de los distintos medios de comunicación digitales, se convertirían en el principal motor impulsor del conocimiento.
Hoy las empresas de Consultoría y Capacitación enfrentan también este reto, desarrollando todo tipo de cursos completamente online, con la utilización de simuladores virtuales de casos reales, que permiten que los conocimientos se aterricen al día a día del usurario final, estableciendo una sinergia perfecta en la transferencia del aprendizaje a través de podcasts, canales de youtube, redes sociales personalizadas, páginas web con contenidos totalmente interactivos que te pondrán al alcance de tus manos el resultado esperado.
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