La comunicación asertiva en nuestras empresas mexicanas. Por Lic. Sergio Sánchez.

Una de las claves para tener éxito en los negocios y llevar a buen término cada

una de tus ideas; radica en tu capacidad para comunicarte de manera clara y

eficaz. Lo anterior es posible de lograr si desarrollas lo que los expertos llaman

una comunicación asertiva.

Con el paso del tiempo, los avances y desarrollos de la tecnología han impulsado

(y en más de un caso forzado) a las empresas a evolucionar en cuanto a equipos,

capacitación y sistemas, siendo las compañías que mejor se adaptan al nuevo

mundo de la comunicación tecnológica las que permanecen y despuntan. Por esta

razón, es importante que te capacites y evoluciones en lo referente a los nuevos

medios tecnológicos.

Aprender a comunicarnos con nuestros semejantes se ha vuelto una prioridad de

tanta relevancia que cabría la siguiente pregunta: ¿por qué siguen existiendo

problemas de productividad, ventas, logística, etcétera, aún en las empresas que

cuentan con los medios y equipos de alta tecnología y vanguardia?

La respuesta es sencilla: la razón es porque siguen siendo seres humanos

quienes colaboran y participan en la ejecución de actividades, toma de decisiones,

de hacer labor de venta, de cobrar, y de todas y cada una de las actividades que

se llevan a cabo en una empresa, y por consiguiente de los resultados.

Debido a que es al colaborador al que se premiará con su comisión o bono de

productividad, o en el peor de los casos, de quien se deberá prescindir de sus

servicios; ¿cómo lograr que los empleados se comuniquen asertiva y

eficazmente?

Esta pregunta aplica totalmente a todo tipo de cliente, tanto interno, como externo,

y la solución se responde con la siguiente cuestión: ¿cómo atender y servir a los

clientes externos, si no podemos ni con los internos?

Hay que enfatizar en ¿Dónde se hacen e inician los “buenos negocios”?, es decir,

los que son “realmente productivos”. ¿Dentro o fuera de la empresa?

Imagina que tienes al mejor vendedor del mundo, que prospecta e identifica un

buen cliente, que hace labor de venta pero que, no obstante, no logra vender.

Luego, para poder cerrar la venta, es decir, cobrar y que entre el dinero a la

empresa, hay que enviar la factura al área correspondiente para su trámite, pero la

comunicación entre ambos responsables de ejecutar este proceso es pésima,

cortante, casi nula. Cabría una pregunta más, ¿a quién afecta realmente este

problema, al cliente externo o a la misma empresa?

Al final, y siendo fríos, el cliente tiene una necesidad que requiere ser atendida; si

tu empresa o vendedor no resolvieron a tiempo la entrega de dicha factura para

cerrar el trato o círculo de venta, él decidirá buscar otro proveedor y al final, lo

resolverá; pero tú estarás perdiendo clientes a causa de una falta de comunicación

asertiva entre dos o más colaboradores.

En muchas empresas, se piensa erróneamente que los negocios están fuera de la

compañía, y hasta existe una frase muy trillada entre los vendedores: “afuera está

el negocio”, olvidándonos de que éste inicia desde las entrañas de nuestras

propias organizaciones.

Puntos para una comunicación asertiva

*Exprésate de forma clara y concreta, demuestra que tienes argumentos

sólidos

*No te quedes con dudas; parafrasea y pregunta constantemente si es lo

que el cliente necesita

*Se firme en tus decisiones; valida que te alinees a las políticas y normativas

*Conserva la calma al negociar; destaca tu inteligencia emocional

*Guía a tus colaboradores de manera sencilla; es importante brindar

retroalimentación

*Ten una visión clara de lo que quieres conseguir; conoce y domina los

temas

*Escucha y respeta siempre la opinión de tu interlocutor; agrega valor

humano

 Debemos propiciar cambios en las nuevas generaciones para enseñarlos a

comunicarse asertivamente y transformar el paradigma de que la comunicación

asertiva es sinónimo de falta de respeto o de insubordinación.

Redondeando, una buena negociación se basa en saber expresar nuestras ideas

y propuestas con asertividad, pero también en el lenguaje corporal y en cómo

comunicar claramente lo que pensamos, sentimos y queremos, sin adjetivos

calificativos ni críticas; sólo siendo enfáticos acerca de lo que hablamos y sin

perder de vista el objetivo a lograr: generar buenos negocios.

No se nace con las habilidades de ser un excelente comunicador asertivo; es

importante formarse y capacitarse en ello, a través de la práctica constante y

consciente.