Buen día, ayer me quede meditando ¿por qué hay lugares que extraño asistir más que otros? En este proceso de meditación llegué a varias conclusiones dándome cuenta que la principal razón no es el lugar, son las personas. De inmediato se apoderó de mi mente aquel tema tan impactante, tocado en cursos anteriores “La marca personal”. Entonces recordemos que es:
“Marca es lo que dicen de tí,
cuando no estás presente”
Jeff Bezos – CEO Amazon
Todos tenemos una marca personal, ¿sabes cuál es la tuya? Curiosamente uno de los lugares que más extraño ir es un modesto restaurante con más de 15 años de existencia, la comida es “buena”, con un gran sabor casero y porciones bien servidas. Podrían preguntarse si ¿acaso el dueño es quien fomenta que sus comensales regresemos con frecuencia? La respuesta es claramente NO. Los que hacen que regresemos con frecuencia es su personal (Armando, Guicho, Julio y desde luego la señora que cocina, que constantemente anda por las mesas) todos y cada uno de ellos tienen su marca personal, podría encontrar varios factores comunes como: sencillez, amabilidad, gusto por lo que
hacen, todos me llaman por mi nombre y conocen los nombres de la familia, se preocupan por saber nuestros gustos y las cubas que sirve Guicho son magníficas, que gusto compartir las tardes en el Express con los muchachos.
Y así como este restaurante me he dado cuenta que soy nostálgico con otros comercios de diferentes giros, donde la marca personal es la que invita a asistir.
Ahora es el turno de Matrix, para mi será siempre peluquería. En Matrix tenemos el caso del famoso Pepe, el dueño, quien siempre te recibe amablemente, respeta el tiempo de las citas, tienes dos áreas separadas, la primera donde discretamente atiende a las señoras, esto es bueno, no es nada cómodo decir buenas tardes a una señora con aluminio en la cabeza, con otra chica aplicando tinte como si fuera una brocheta, los caballeros agradecemos la segunda área donde nos atiende por separado.
En esta área hay televisores, atiende en domingo, te pone el juego de las doce y amablemente te ofrece una cervecita bien fría. No todo es perfecto, Pepe, sí Pepe, el dueño “le va al América”. No es barato, pero para mí es el mejor. Termino platicando del taller mecánico al cual tengo por asistiendo más de 15 años, en él, tanto el dueño (ingeniero industrial, por cierto) como su personal tienen muy clara su marca personal.
Todos son sinónimo de servicio, honestidad y compromiso. Nachita, quien te recibe, tiene una especie de archivo como de hospital, de los servicios a tus autos, cuando ya no los tienes los saca de sus registros y da de alta los nuevos. El taller parece hospital, áreas limpias y delimitadas, personal uniformado y limpio, no hay autos de meses con plantas creciendo en sus motores, y lo mejor, respetan los tiempos de entrega. Gracias Jean por fomentar en tu equipo una verdadera marca personal.
Y así como todos estos ejemplos podría continuar, pero concluyo, al igual que Joan Manuel Serrat. No es nostalgia, es la gente.
Detrás, está la gente
con sus pequeños temas,
sus pequeños problemas
y sus pequeños amores.
JMS
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